En esta entrada de nuestro blog vamos a darte útiles consejos para que puedas mantener los muebles de tu cocina en perfecto estado el mayor tiempo posible. Tanto si son lacados, laminados, de madera o de acero inoxidable, a continuación te dejamos unos tips para seguir a la hora de llevar a cabo la limpieza de estos.
COCINA LACADA
Este tipo de superficie la podemos encontrar con acabado en mate o brillo, pero en cualquier de los dos casos, su limpieza es fácil y sencilla. Únicamente deberás tener en cuenta una serie de precauciones.
Si estamos trabajando en la cocina y se nos derrama cualquier líquido o se mancha la superficie, es necesario actuar inmediatamente, en especial si se tratan de manchas más resistentes como las de aceite o grasa. Pero no deberemos utilizar esponjas y detergentes agresivos para evitar estropear la superficie. Por ello lo ideal es usar un paño suave, como el de microfibra, humedecido con agua tibia y jabón neutro.
Los productos que contengan acetona, cloro, tricloroetileno o amoníaco quedan totalmente prohibidos. Además, hay que respetar las fases de aclarado y secado, ya que marcarán la diferencia entre conseguir un resultado sin manchas o cercos.
COCINA DE MADERA
Esta elección de mobiliario sí que supondría un cuidado más constante y diario ya que es un material más delicado y de este modo preservaremos sus características y belleza.
Así es, la madera natural, como podréis imaginar es mucho más porosa que el resto de materiales por lo que deberemos tener mayor precaución con el agua y el vapor, muy habituales en la cocina y grandes enemigos de la madera. Es por ello que la primera medida que deberemos tomar es encender siempre la campana extractora cada vez que cocinemos, para evitar que se genere mayor humedad y termine dañando nuestros muebles. Del mismo modo, si se derrama cualquier líquido, se deberá secar inmediatamente, evitando cualquier filtración del líquido en el interior de la madera.
Para su limpieza, utilizar preferentemente detergentes neutros, en pequeñas cantidades con un paño suave.
COCINA DE ACERO INOXIDABLE
Aunque pueda resultar una elección más atrevida, es un material de mayor rendimiento y altamente resistente a la corrosión.
Aunque bien es cierto que tienen una mayor resistencia al paso del tiempo, para poder mantener su esplendor, una cocina de acero inoxidable necesita una limpieza cuidadosa. Al igual que la anterior, es necesario eliminar rápidamente las manchas para evitar que se incrusten o se quede la marca. Para ello utilizar simplemente un paño suave humedecido sería suficiente.
No hay que dejarse engañar por la robustez del material, ya que las esponjas demasiado abrasivas podrían estropear la superficie, por lo tanto deberemos utilizar paños y esponjas suaves, siguiendo la dirección del satinado sin llegar a frotar. Centrándonos en los productos de limpieza, el acero es compatible con la mayoría de los productos químicos domésticos comunes, aunque siempre es mejor confiar en productos específicos para asegurar su brillo e higiene.
COCINA LAMINADA
Sin duda el material más utilizado y apreciado en el mobiliario de cocina por su practicidad y sencillez a la hora de su mantenimiento, y por su versatilidad y resistencia.
Para la limpieza del laminado hay varias posibilidades a partir de soluciones caseras creadas a base de agua y jabón o detergentes comunes para el hogar. Por otro lado también podríamos utilizar una parte de alcohol diluido con dos de agua. Por supuesto es imprescindible evitar el uso de esponjas abrasivas y productos de base ácida o caustica, ya que estropearía la superficie del mobiliario.
Y por último, al igual que todos los demás materiales a base de madera, hay que tener cuidado con el estancamiento de agua, siendo siempre recomendable el secado rápido con un paño para evitar que el deterioro del material.
